Exhortación a los Asociados de la Compañía de María
San Luis María comienza con estas palabras: “No temas, pequeño rebaño, porque tu Padre se ha complacido en darte el reino” (Lc 12,32). Aplica estas palabras a la Compañía de María. En esta breve carta exhorta a los miembros de la Compañía a permanecer fieles al espíritu de pobreza evangélica y a confiar en la divina Providencia. Es probable que cuando esta carta fue escrita, ningún sacerdote era aún miembro de la Compañía. San Luis María alcanza a prever que el número de miembros de la Compañía será siempre relativamente débil, puesto que los anima a no desalentarse a causa de su pequeño número. Les incita fuertemente a esperar y a regocijarse, persuadidos de que la divina Providencia les cuidará.
El manuscrito está incompleto; termina en la mitad de una frase, pero fue completado en 1837 probablemente por el Padre Gabriel Deshaves.