
Montfort Patrono de la Legión de María
Amigo Lector:
Tengo la alegría de entregar a los Peruanos esta excelente vida ilustrada de San Luis María G. de Montfort (1673,-1716). Con la Carta del 6-1-1980, el Papa, a través de la Sagrada Congregación para la educación católica, pide que todos los seminaristas del mundo estudien sistemáticamente los escritos de este Santo, que son la descripción de lo que él mismo vivía en su dura vida de Misionero. Y muchos Cardenales, Nuncios, Universidades, Obispos y otros grandes personajes de los cinco continentes, siguen pidiendo al Papa que dé, realce más todavía a su vida, y doctrina, declarando a San Luis María de Montfort DOCTOR DE LA IGLESIA UNIVERSAL: tan sólo entre marzo de 1981 y abril de 1982 le llegaron al Papa 2,239 fervorosas cartas con esta petición.
Un Sacerdote diocesano de Turín (Italia) l!egó a leer más de 100 veces el «Tratado de la Verdadera Devoción», que es la obra maestra de nuestro Santo y constituye el «libro predilecto» de Juan Pablo II. Hablando de ese libro un joven de Ica me escribía el 15-4-1981: «Mi propósito es memorizarlo». Y Frank Duff (1890-1980), empleado del Ministerio de Hacienda de Irlanda, después de empaparse de ese enérgico libró, el 7-9-1921 fundó la LEGIÓN DE MARÍA, que tiene 3’200,000 miembros. Por eso el diablo había escondido durante 128 años el manuscrito de ese libro, y ha hecho desaparecer para siempre sus primeras 96 páginas: todo lo cual había sido revelado proféticamente al Santo autor, según lo narra él mismo en el número 114 de esa obra suya.
Todo es simpático e impactante en la vida de este Santo que tuvo 17 hermanos (dos de ello Sacerdotes como él, y tres hermanas entraron al convento), escribió 23,000 versos religiosos destinados al canto, e inclusive tuvo una extraordinaria fuerza física que en una oportunidad le permitió trasladar una lápida que cuatro hombres no habían podido ni mover. Con razón él mismo confesaba a un amigo: «Siguiendo mi naturaleza, yo hubiera sido el hombre más terrible de mi siglo».
La doctrina y la praxis de nuestro Santo están enteramente centradas en la imitación del altruismo radical de Jesús y de María y, por consiguiente, en una alegre entrega de todo lo que somos a Jesús por las manos de María, como esclavos de amor de los dos y de nuestro prójimo (Filp 2,7; Lc 1,38; Gál 5,13). Los que, siguiendo a Juan Pablo II (cuyo lema, «Soy todo tuyo», está sacado del Nº. 233 del Tratado de San Luis M. de Montfort), hacen suya esta desinteresada doctrina, tienen el derecho de inscribirse gratuitamente en la «Cofradía de María Reina de los Corazones», para lograr las 1,000 Santas Misas de salud que se dicen por ellos cada mes, y las numerosas indulgencias plenarias que el Papa les otorga. El Registro de los inscritos de tal Cofradía está en la misma dirección desde la cual difundimos este librito.
P. Luciano Ciciarelli De Berardinis
Misionero Monfortiano